En qué consiste el embarazo ectópico

Alrededor de un tercio de las mujeres que han sufrido este tipo de embarazo, pueden quedarse embarazadas con posterioridad

En ocasiones el paso del óvulo fecundado hacia el útero no se resuelve con éxito, sino que éste queda obstruído por algún motivo, y la gestación no se desarrolla en el interior del útero, sino que lo hace en otro órgano como en las trompas de falopio, en los ovarios, área estomacal o el mismo cuello del útero, etc…

Se pueden reducir riesgos evitando los mismos factores de riesgo en la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), como tener múltiples compañeros sexuales, no utilizar condón y contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS).

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Este tipo de embarazo es inviable, porque el embrión crece y termina por ocupar todo el espacio causando rasgaduras en los tejidos y poniendo en grave peligo la vida de la embarazada.

Los síntomas suelen estar causados por dolor pélvico y sangrado durante las primeras semanas. En estos casos debe acudir al médico sin demora.

Los factores que lo provocan:

• Defecto congénito en las trompas.
• Endometriosis.
• Antecedentes del mismo tipo de embarazo.
• Mujeres mayores de treinta y cinco años.
• Quienes hayan quedado embarazadas cuando llevaban insertado un dispositivo intrauterino (DIU).
• Mujeres intervenidas para una ligadura de trompas.
• Mujeres sometidas a fecundación in vitro.

Una vez que se ha diagnosticado hay que proceder a realizar una interrupción del embarazo, que puede ser mediante fármacos, o mediante técnica quirúrgica, por lo general laparoscopia.

Alrededor de un tercio de las mujeres que han sufrido este tipo de embarazo, pueden quedarse embarazadas con posterioridad, en cuyo caso los factores que influirán en que se lleve a cabo con éxito son:

• Edad de la mujer.
• Si ya tiene hijos.
• Causa del primer embarazo ectópico.

Prevención

Se pueden reducir riesgos evitando los mismos factores de riesgo en la fermedad inflamatoria pélvica (EIP), como tener múltiples compañeros sexuales, no utilizar condón y contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS).

La Familia en LA REVISTA