Las riñas entre hermanos pueden conducir a la depresión


Los regalos por las festividades pronto estarán siendo usados por millones de adolescentes. Con estos pueden venir riñas entre hermanos sobre violaciones del espacio personal, tales como préstamos no deseados de una prenda de vestir de moda, o los argumentos sobre la justicia, como a quien le toca jugar a un nuevo juego de video. Esas disputas representan dos tipos específicos de conflictos entre hermanos que pueden tener diferentes efectos en la salud emocional de un joven, según un estudio de varios años por un psicólogo de la Universidad de Missouri. Con estos hallazgos, los padres pueden aprender a llevar la paz a la casa y fomentar un desarrollo psicológico saludable.

Los resultados muestran que los conflictos sobre violaciones del espacio personal y la propiedad están asociados con un mayor nivel de ansiedad y menor autoestima más tarde en la vida. Los conflictos por cuestiones de la igualdad y la equidad se correlacionan con una mayor depresión un año después.
Los adolescentes tienen diferentes temas de posible conflicto, con diferente intensidad y frecuencia. El estudio examinó la correlación entre estos y la posibilidad de desarrollar depresión, ansiedad y baja autoestima en un período de un año.
Aunque los padres pueden sentirse inclinados a intervenir como árbitros, investigaciones anteriores han encontrado que las intervenciones de los padres en los conflictos entre hermanos adolescentes pueden ser perjudiciales. En consonancia con los resultados anteriores, los profesionales creen que la investigación sugiere que se deben ajustar las reglas de la casa para preservar el espacio personal de cada miembro y así evitar posibles peleas.
La Familia en LA REVISTA

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