Estrés infantil, aprendé a manejarlo

Reconoce las señales de advertencia del estrés infantil y ayuda a tus hijos a entender y manejar la situación

¿Cuántas veces hemos escuchado decir “A esa edad qué le puede preocupar” refiriéndose a los chicos? Pese a las creencias comunes, los niños también se preocupan y sufren de estrés.

La etapa preescolar, de 2 a 5 años, es una de las más importantes en el desarrollo del niño, porque es aquí donde aprenden a socializar, lo que implica adaptarse a las reglas y conceptos como la lealtad y responsabilidad.


Entrar en este mundo social es algo nuevo para ellos, y el interactuar con otros les puede producir situaciones de estrés, necesitando más que nunca el apoyo de sus padres. A esa edad aún tienen poco control sobre sus vidas y no saben cómo resolver sus problemas.

Algunas de las situaciones comunes que les puede estar provocando estrés son: empezar o cambiar de escuela, la llegada de un hermanito, la separación de sus padres, la disciplina, enseñarles a ir al baño, preocupación de que los padres los vayan a abandonar, miedo a personas extrañas, lo desconocido, entre otras cosas.

Vos como mamá tenes que estar alerta de los cambios o actitudes que puedan estar indicando que está estresado, algunos de los síntomas que puede presentar el pequeño son: tiene menos energía de lo normal, disminución del apetito, dolor de cabeza o estomacal, tartamudeo, llora más de lo común, sufre de pesadillas, hace berrinches con más frecuencia, está irritable y se vuelve más exigente o tiene una mayor necesidad de que estés presente.



¿Qué puedes hacer?

Reconocé las señales de advertencia de estrés y ayuda a tu niño a entender y manejar la situación:

Explicale lo que está pasando usando un lenguaje simple y que lo reconforte.
Motivá a tu hijo a hablar sobre sus miedos o temores. Él necesita aprender a decir cosas como, “No me gusta cuando ladra el perro” o “Tengo miedo de entrar al cuarto oscuro.”
No le digas a tu hijo que sus miedos no tienen sentido o que son ridículos; esos miedos son muy reales para él. Calmá su tensión comprendiéndolo, apoyándolo, y demostrándole que lo quieres, abrázalo y acurrúcalo, eso ayudará a disminuir su estrés.
Podés hacer que el niño se sienta más seguro, tranquilo y sin estrés, si vos te sentís de la misma manera, mantené la calma y no te desesperes cuando lleguen momentos difíciles.
¿Cuándo debes buscar ayuda profesional? Cuando los intentos que hagas para eliminar el estrés de tu pequeño no tengan éxito o cuando el problema sea demasiado grande para poder manejarlo tú misma.

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