Pubertad en niñas: cómo es y qué supone

La pubertad femenina es el paso de niña a mujer que conlleva la madurez sexual, se inicia en torno a los ocho años y dura alderedor de cinco // Por MONTSE ARBOIX de www.consumer.es
La pubertad es el inicio de la adolescencia y de la juventud. En este ciclo se dan unos cambios físicos importantes; de hecho, el término "pubertad" se refiere a todas las modificaciones físicas propias del paso de la infancia a la edad adulta, como la maduración sexual, aunque también tienen cabida los cambios psicológicos. Es una edad donde empieza a ganar peso la influencia social, las modas y el grupo de amigos. En este artículo se describen los aspectos más característicos de la etapa puberal en las chicas. También se aportan datos sobre la menarquía, los embarazos no deseados y los trastornos de la conducta alimentaria.

La pubertad afecta de manera distinta a niños y niñas. Además, la edad de inicio ha ido variando en los últimos 100 años. Esta tendencia se atribuye a las mejores condiciones ambientales, sobre todo a la nutrición y situación socioeconómica y sanitaria de la población, aunque también está ligado al sexo y a la herencia genética. En la actualidad, muchas niñas entran en este periodo hacia los 8-13 años, a diferencia de los varones que suelen hacerlo a partir de los 9-10. En general, entre el inicio y el final de todos los cambios puberales, pasan alrededor de cinco años.

La pubertad en niñas: características sexuales

En la pubertad, las glándulas endocrinas liberan hormonas sexuales al torrente sanguíneo y provocan cambios corporales y el desarrollo de las características sexuales secundarias. Según la Asociación Española de Pediatría, la primera señal de pubertad en las niñas el desarrollo del pecho con el botón mamario (el pecho aumenta y al tacto aparece debajo del pezón una zona dura) que puede darse en un seno primero, o en los dos a la vez. Esto ocurre desde los 8 años y, a partir de aquí el pecho crece y varía de forma poco a poco hasta que alcanza el aspecto y el volumen definitivo.


El crecimiento de vello en la zona del pubis (en algunos casos puede empezar antes que el botón mamario) al principio es débil y escaso pero, de manera progresiva, se vuelve oscuro y grueso y toma la forma triangular característica. Al mismo tiempo aparece vello en las axilas y en el resto del cuerpo.

Pero esta etapa comporta otras señales: la piel y el cuero cabelludo pueden tener un aspecto más grasiento y aumenta el sudor, a veces, sin motivo aparente, y tal vez haya zonas que ahora huelan y antes pasaban desapercibidas. Todos ellos son cambios normales en el proceso de hacerse adulto.

El inicio de la fertilidad pocas veces se acompaña de la madurez emocional y hay peligro de un embarazo no deseado
El motivo hay que buscarlo en las glándulas sudoríparas, que conforme se ingresa en la pubertad, se vuelven más activas y segregan sustancias químicas que proporcionan un olor más fuerte, sobre todo en las axilas, y que provocan una variación en el olor de pies y genitales. El remedio, sin embargo, es fácil: higiene diaria con jabón neutro y agua tibia para eliminar las bacterias responsables del mal olor, cambio de ropa diaria, uso de prendas de algodón y, si se cree conveniente, la utilización de desodorantes.

Las mismas hormonas que provocan que se crezca, se desarrolle el pecho y salga vello ocasionan que las glándulas sebáceas originen una mayor cantidad de sebo, que confiere al pelo un aspecto grasiento. De igual forma, el incremento de producción de sebo es el responsable de que empiece a hacer acto de presencia el temido acné, un molesto problema considerado de primera magnitud por los jóvenes por ser tan visible y antiestético.

El aumento rápido de talla, denominado popularmente el 'estirón', dura unos tres años. En este periodo, las chicas ganan el 25% de la talla y el 40% del peso que tendrán cuando sean adultas. Del mismo modo alcanzan su medida definitiva órganos como el corazón, el hígado o el riñón.

Además del crecimiento físico, también hay cambios psicológicos y emocionales hasta que se llega a la edad adulta. Laia Margarit, psicoterapeuta infanto-juvenil, explica que "cada conjunto de cambios físicos obliga a 'recalibrar' de manera psicológica la propia imagen corporal. Esta evaluación de uno mismo, muy autocrítica sobre todo en las chicas, puede tener un impacto importante en su autoestima, ya que la valoración del aspecto físico es un factor de peso".

Pubertad, regla y embarazos no deseados

La primera regla o menarquía suele aparecer entre uno y tres años después del aumento del pecho. A menudo, unos meses antes, las chicas notan que les aumenta el flujo vaginal. Al principio la regla puede ser irregular, pero a medida que pasa el tiempo, se normaliza. Es importante enseñarles a hacer un registro de las menstruaciones para predecir su próximo periodo. Entre una semana y tres días antes de la regla pueden sentirse de mal humor o más sensibles de lo habitual. Es el síndrome premenstrual, que puede sufrirse ya desde estas edades.

Con la regla se dan otros cambios perceptibles: aumenta la talla, se redondean las caderas y crece más vello en pubis, axilas y piernas.

En esta época es fundamental la educación sexual, ya que el inicio de la fertilidad pocas veces se acompaña de la madurez emocional, por lo que hay peligro de un embarazo no deseado.

En el trabajo "Las conductas relacionadas con la salud y el desarrollo de los adolescentes andaluces", realizado por la Consejería de Salud de Andalucía sobre los hábitos de los jóvenes, se refleja que, aunque cerca del 80% asegura haber usado el preservativo en su última relación sexual, ha aumentado el número de embarazos no deseados. Un 4,9% de las chicas manifiesta haber estado embarazada al menos una vez en la vida. El porcentaje es un poco menor en el grupo de 17-18 años, que en el de 15-16 años. En cambio, la proporción de chicos que dice haber dejado a una chica en estado al menos una vez es algo mayor a los 17-18 años que a los 15-16 años. Otro dato del estudio es que un 21,2% de las chicas de 15 a 18 años que han mantenido relaciones sexuales coitales ha tomado alguna vez la píldora del día después.

Pubertad: cuidado con los trastornos de conducta alimentaria
Durante la pubertad, el cuerpo de las chicas cambia: aumenta el pecho, el abdomen y las caderas. Y esto les suele preocupar, sobre todo cuando se comparan con el arquetipo de mujer que impera en el mundo de la moda. Y se ven gordas. Las estadísticas señalan que en este periodo, igual que sucede en la adolescencia, es un momento crítico para la anorexia y la bulimia, sobre todo en chicas, con picos de frecuencia en los 14 años y medio y en los 18. No obstante, algunos trabajos apuntan que el 10% de los afectados ya padecían estos problemas incluso 10 años antes.
Por este motivo, hay que tener en cuenta algunas señales que pueden revelar a los padres que las ganas de estar delgada de su hija van más allá de una cuestión estética si:

  • Come mayoritariamente sola o fuera de casa.
  • Rechaza comidas hipercalóricas y, por el contrario, prefiere alimentos light.
  • Desmenuza mucho los alimentos.
  • Bebe gran cantidad de agua, antes y durante la ingesta.
  • Va muy a menudo al baño, sobre todo, después de comer.
  • Empieza a hacer mucho ejercicio físico, sola o a escondidas.
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